Este ritual invita a sumergir tu cuerpo y tu mente en un reino de perfumes estimulantes, sensaciones puras y texturas exclusivas para encontrar una serenidad y un bienestar total.
Basado en las propiedades vitalizantes de las frutas, este tratamiento facial y corporal hidrata, regenera y reequilibra la piel, tonificando y nutriendo en profundidad.
La sinergia aromaterapéutica de los aceites esenciales cítricos aportan a nuestra mente equilibrio, fortaleza y claridad mental, fomentando la seguridad en uno mismo y ofreciendo profundas sensaciones de ilusión, optimismo y alegría ante la vida.
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